Si alguna vez te has preguntado de dónde vienen los criterios de aceptación en la validación de métodos analíticos, probablemente también te hayas preguntado por qué el pollo cruzó la calle.
Bueno, en este artículo no resolveremos el misterio del pollo, pero sí daremos una mirada detallada al origen y evolución de los criterios de aceptación en la validación de métodos, así como su aplicación en un laboratorio como el tuyo.
¡Agárrate fuerte de tu pipeta y acompáñanos en esta aventura!
¡Empecemos!
Antes de que la validación fuera “cool”.
Hubo una época en la que los químicos analíticos se basaban en sus habilidades, experiencia y, a veces, en la pura suerte para validar sus métodos. ¡Vaya tiempos aquellos!
Pero conforme la industria farmacéutica y otras relacionadas crecieron, se hizo evidente que era necesario un enfoque más riguroso y cuantitativo.
Y así, en 1978, la FDA de EE. UU. decidió que era hora de poner orden en la casa y publicó las primeras pautas para la validación de métodos, conocidas como “Guidelines for the Validation of Chemical Methods for the FDA”.
Estas pautas proporcionaron un marco para la validación de métodos, incluyendo la definición de los parámetros clave que debían ser evaluados y los criterios de aceptación asociados.
La evolución de las guías y las normas internacionales.
A lo largo de los años, las guías y normas relacionadas con la validación de métodos analíticos han evolucionado y se han vuelto más específicas y rigurosas. Algunos ejemplos de estas guías y normas incluyen:
La International Conference on Harmonisation (ICH), que publicó la guía Q2(R1) titulada “Validation of Analytical Procedures: Text and Methodology” en 1994. Esta guía proporciona un enfoque armonizado para la validación de métodos analíticos y establece criterios de aceptación para diferentes parámetros de validación, como exactitud, precisión, especificidad, límite de detección y límite de cuantificación.
La ISO (Organización Internacional de Normalización), que ha desarrollado una serie de normas y guías relacionadas con la validación de métodos analíticos, como la ISO/IEC 17025, “Requisitos generales para la competencia de los laboratorios de ensayo y calibración”.
Las farmacopeas nacionales e internacionales, como la United States Pharmacopeia (USP) y la European Pharmacopoeia (Ph. Eur.), que proporcionan requisitos específicos para la validación de métodos analíticos en el contexto de la industria farmacéutica.
Estableciendo los criterios de aceptación: ¿Qué queremos? ¡Calidad! ¿Cuándo? ¡Ahora!
Los criterios de aceptación en la validación de métodos analíticos son como la receta secreta de la abuela: provienen de una mezcla de guías y normas, el propósito del método, la naturaleza de la muestra y del mensurando, la variabilidad inherente al método y al equipo analítico, y una pizca de consenso científico y experiencia.
Establecer los criterios de aceptación es como preparar un cóctel perfecto: se deben tener en cuenta varios ingredientes para obtener resultados fiables y de alta calidad. Y recuerda, siempre con moderación, ¡no queremos un cóctel de variabilidad!
Para establecer los criterios de aceptación, es fundamental tener en cuenta los siguientes aspectos:
El propósito del método analítico.
El objetivo final del método influye en la elección de los criterios de aceptación. Por ejemplo, un método destinado a analizar impurezas traza en una muestra requerirá criterios de aceptación más rigurosos en comparación con un método diseñado para evaluar la concentración de un componente principal.
La naturaleza de la muestra y del mensurando.
Las características de la muestra y del mensurando pueden afectar la elección de los criterios de aceptación. Por ejemplo, las matrices de muestra complejas o los mensurandos que son propensos a degradarse pueden requerir criterios de aceptación más rigurosos para garantizar resultados fiables.
La variabilidad inherente al método y al equipo analítico.
La variabilidad asociada con el método y el equipo utilizado también influye en la elección de los criterios de aceptación. Un método con mayor variabilidad requerirá criterios de aceptación más amplios para tener en cuenta las fluctuaciones normales en los resultados.
Los requisitos reglamentarios y normativos.
Es esencial considerar los requisitos reglamentarios y normativos aplicables al método analítico y al producto final en el que se aplicará. Los criterios de aceptación deben cumplir con las pautas y regulaciones pertinentes.
El consenso científico y la experiencia.
La experiencia y el consenso dentro de la comunidad científica también pueden influir en la elección de los criterios de aceptación.
Por ejemplo, si un método analítico es ampliamente utilizado en la industria y la comunidad científica ha establecido criterios de aceptación aceptables, es razonable adoptar esos criterios para garantizar la comparabilidad y la coherencia entre los laboratorios.
Consejo profesional en la validación de métodos.
Si tu método ya contiene criterios de aceptación en alguna norma o directriz nacional o internacional, entonces puedes tomar esos criterios y evaluarlos en la validación de tu método.
El problema surge cuando no hay criterios de aceptación establecidos, en este caso la primera recomendación es buscar en línea ejemplos de validación del mismo método y matrices iguales o parecidas, y tomar esos criterios como referencia.
Si no existen ejemplos para este método, o las referencias que has encontrado no se ajustan a los propósitos de tu método, entonces tienes plena libertad de establecer tus propios criterios de aceptación, siempre y cuando se ajusten al fin previsto de la validación.
Por ejemplo, supongamos que tienes un método para cuantificar una toxina X en muestras de un alimento para bebés y necesitas establecer los criterios de aceptación para la precisión y la veracidad, en este caso podrías establecer un coeficiente de variación del 5% para la precisión y 10% de error relativo para la veracidad.
Pero, ¿se pueden escoger otros valores?
La respuesta es sí. Puedes escoger otros valores, pero todo dependerá del nivel de riesgo que quieras asumir, de la calidad metrológica de tus equipos, del material de referencia que usas, de las habilidades de tus analistas, entre otros factores.
Es posible que inicies con unos criterios de aceptación, como los del ejemplo anterior, pero si con el tiempo ves que tu método puede lograr valores mucho más exigentes, entonces puedes cambiar los criterios de aceptación y ajustar la validación de tu método en la medida que lo requiera.
Vemos un ejemplo. Validación de un método de análisis de pesticidas en frutas y verduras.
Imagina que estamos trabajando en la validación de un método de cromatografía líquida de alta resolución (HPLC) para la detección y cuantificación de un pesticida específico en frutas y verduras en la industria de alimentos.
Siguiendo las pautas y normativas aplicables, así como las consideraciones específicas del método y la matriz de muestra, establecemos los siguientes criterios de aceptación:
Veracidad: Se espera que la recuperación del pesticida en las muestras esté entre el 70% y el 120% para concentraciones de 10 µ/Kg, 50 µ/Kg y 100 µ/Kg. Esto asegura que el método es capaz de medir con una buena veracidad la cantidad real del pesticida en las muestras.
Precisión: La precisión del método se evaluará a través del cálculo del coeficiente de variación porcentual (CV%) en las mediciones repetidas de las muestras de control de calidad (QC) a tres niveles de concentración: 10 µ/Kg, 50 µ/Kg y 100 µ/Kg. El CV% no debe exceder el 15% para cada nivel de concentración, lo que indica una variabilidad aceptable en las mediciones.
Especificidad: El método debe ser capaz de separar y detectar el pesticida de interés sin interferencias de otros componentes presentes en la matriz de frutas y verduras. Esto se evaluará mediante la comparación de los cromatogramas de las muestras de control (sin pesticida) y las muestras fortificadas (con el pesticida).
Linealidad y rango: La relación entre la respuesta del detector y la concentración del pesticida debe ser lineal en el rango de 5 µ/Kg a 200 µ/Kg, con un coeficiente de correlación (R²) superior a 0,995. Esto garantiza que el método es adecuado para cuantificar el pesticida en el rango de concentraciones esperadas en las muestras reales.
Límite de detección (LOD) y límite de cuantificación (LOQ): El LOD y el LOQ son parámetros importantes para determinar la sensibilidad del método. Establecemos el LOD en 2 µ/Kg y el LOQ en 5 µ/Kg, lo que indica que el método es lo suficientemente sensible para detectar y cuantificar concentraciones bajas del pesticida en las muestras.
En conclusión.
Los criterios de aceptación en la validación de métodos analíticos provienen de una combinación de guías y normas internacionales, consideraciones basadas en el propósito del método, la naturaleza de la muestra y del mensurando, la variabilidad inherente al método y al equipo analítico, los requisitos reglamentarios y normativos, y el consenso científico y la experiencia.
La elección adecuada de los criterios de aceptación es fundamental para garantizar que los métodos analíticos proporcionen resultados fiables y de alta calidad en diversas aplicaciones y contextos.
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Hasta la próxima!